¿Alguna vez te has despertado y sentido que simplemente no puedes avanzar? Como si tu energía estuviera atrapada. Mantener la motivación no es siempre fácil, y a veces el problema es que no estamos conectados con nuestro propósito de vida. Si no tienes claro por qué estás haciendo lo que haces, es normal que te sientas perdido.
He trabajado con muchas personas que sienten que no pueden seguir. Quizás te pasa lo mismo. La clave está en conectar con lo que realmente te importa y, claro, aplicar las herramientas adecuadas para lograrlo.
Si sientes que la culpa o el remordimiento te están frenando, revisa este artículo sobre el impacto de la culpa en la salud mental. Podría ser la razón por la que tu energía se siente atrapada.
Conectar con tu Propósito de Vida para Mantener la Motivación
A veces, lo que más nos falta es una dirección clara. Si no sabes para qué estás haciendo las cosas, ¿cómo esperas motivarte cada día? Eso no pasa solo con grandes metas, también ocurre con lo más sencillo: levantarte de la cama, cuidar tu bienestar emocional o hacer ejercicio. Conectar con tu propósito de vida es lo que le da sentido a todo esto.
Puedes empezar con algo pequeño. No tienes que tenerlo todo resuelto. Solo un paso a la vez. Te sugiero que uses los Objetivos SMART para esto. Son específicos, medibles y, lo mejor, alcanzables. Esto te da una estructura que te ayuda a mantener el rumbo.
Si la culpa está interfiriendo con tu progreso, te sugiero revisar cómo superar la culpa y los remordimientos. A veces, no avanzamos porque algo dentro de nosotros nos está frenando.
Evitar la Procrastinación con Objetivos SMART
Procrastinar. Esa palabra nos pesa a todos. Y es que, ¿quién no ha postergado lo importante? El truco está en dividir lo grande en cosas pequeñas. ¿Quieres empezar a hacer ejercicio? No digas «Voy a estar en forma». Di «Voy a caminar 20 minutos al día durante un mes». Es un paso simple, pero cuando terminas, te sientes bien y eso te impulsa a seguir.
Si notas que pospones mucho las cosas porque no te sientes capaz, es posible que estés siendo demasiado duro contigo mismo. Revisa las estrategias para perdonarte a ti mismo. Quizás lo que te falta es darte una segunda oportunidad.
¿Motivación Intrínseca o Extrínseca?
La motivación intrínseca es lo que realmente te mantiene avanzando. Esa motivación viene desde dentro, porque disfrutas lo que haces. Pero a veces también necesitamos un empujón externo, algo que nos motive desde afuera, como un reconocimiento o una recompensa.
Ambos tipos son útiles, pero si solo te mueves por lo externo, la motivación se desvanece rápido. Encuentra lo que te motiva internamente, y eso te mantendrá firme.
Si sientes que estás desconectado de lo que te impulsa internamente, te sugiero que leas cómo la gratitud ayuda a superar la culpa. A veces, agradecer lo que tenemos nos reconecta con lo que de verdad nos importa.
Ejercicio Físico y Estado de Ánimo
Mover el cuerpo cambia tu estado de ánimo. No tienes que hacer una rutina complicada. Con 20 minutos de ejercicio diario, ya verás una diferencia. Eso no solo te da energía, sino que también mejora tu motivación. Cuando empiezas a sentirte mejor físicamente, te sientes mejor en todo lo demás. Y eso se refleja en tu actitud hacia la vida.
Si el remordimiento es lo que te está impidiendo avanzar, revisa las técnicas para manejar la culpa. Puede que una vez te liberes de esa carga, tu motivación mejore automáticamente.
¿Qué Hacer Cuando Estás Desmotivado?
Lo primero, no te castigues. Todos nos sentimos desmotivados de vez en cuando. Lo importante es no quedarte ahí. Cuando te sientas sin ganas, regresa a tu propósito de vida. Recuerda por qué empezaste. Y, si puedes, sigue haciendo algo pequeño. No tiene que ser perfecto, solo que te mantenga en movimiento. Un paso tras otro.
Desarrollar buenos hábitos es esencial. Empieza poco a poco. No necesitas cambiar todo de golpe, pero sí avanzar un poquito todos los días. Esos pequeños avances suman.
La Importancia de la Gestión del Tiempo
No tener control de tu tiempo es una de las razones principales por las que la motivación desaparece. Cuando tienes demasiado que hacer y no sabes por dónde empezar, el cerebro se bloquea. Para evitar eso, organiza tus tareas. El método Getting Things Done es ideal para mantener el control sin volverte loco. Así sabes por dónde empezar y no te pierdes en el proceso.
No Te Olvides de la Voluntad y la Resistencia
La voluntad es algo que se trabaja todos los días. No es fácil. Es como un músculo que necesitas fortalecer. Pero también tienes que saber cuándo descansar. Si no te tomas un respiro de vez en cuando, te agotarás y no podrás seguir. Y ahí es donde todo se derrumba. Así que, trabaja en tu resistencia, pero aprende a parar cuando lo necesites.
Empatía y Autoestima
La empatía es clave, pero no solo con los demás, sino contigo mismo. A veces somos demasiado duros con nosotros. Nos juzgamos más de lo que deberíamos. La autoestima no se construye en un día. Es un trabajo de cada día. Sé amable contigo. Cuando falles, sigue adelante. No te castigues, porque eso no te lleva a ningún lado.
En este proceso de mantener la motivación, recuerda que no es una carrera. No hay prisa. Cada día es una oportunidad para avanzar un poco más. Y con herramientas como los Objetivos SMART o el método GTD, puedes organizarte mejor y hacer que esos pequeños avances se conviertan en grandes logros.
Mantén siempre en mente tu propósito de vida y nunca olvides ser amable contigo mismo. ¡Sigue adelante!
Laura Sulbaran es una coach personal certificada con más de 2 años de experiencia. Especializada en integración emocional, física y espiritual, utiliza técnicas de sanación energética y barras Access. Cuenta con certificaciones en Coaching Ontológico, Barras Access y áreas similares, es miembro activa de la Asociación Internacional de Coaches de Vida. Sus clientes experimentan mejoras en la gestión del estrés, autoestima, confianza y logro de objetivos personales.